Los Lirios y Requínoa frente al delito: análisis y propuestas para un 2025 más seguro.

Carlos Wiedmaier
CEO de Widder Control & Seguridad | Análisis de seguridad rural – Marzo 2025.

CRECIMIENTO DEL DELITO EN ZONAS RURALES
Los Lirios, una localidad rural de la comuna de Requínoa (Región de O’Higgins), ha experimentado un aumento en los robos a viviendas y otros delitos, según reportes de vecinos y autoridades. Mientras que a nivel nacional los robos en lugar habitado disminuyeron un 5,2% en 2024 respecto a 2023, en las zonas rurales la percepción es distinta.

Una encuesta de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), realizada en noviembre de 2024, reveló que el 79% de los agricultores chilenos fue víctima de algún tipo de robo en los últimos 12 meses. Este dato confirma lo que muchas comunidades rurales han denunciado: el crimen en el campo está en aumento.

Los delitos más frecuentes en estos sectores incluyen robos a casas patronales, abigeato (hurto de animales) y sustracción de maquinaria e insumos agrícolas. En la Región de O’Higgins, han aumentado los reportes de robos con violencia en parcelas y asaltos armados a agricultores, lo que ha generado preocupación en la comunidad.
Si bien las cifras oficiales pueden no reflejar con precisión esta situación, los testimonios y la tendencia delictual en comunas rurales indican que la inseguridad en estas zonas es un problema creciente.

COMPARACIÓN CON AÑOS ANTERIORES: ¿QUÉ ESTÁ PASANDO?
El comportamiento de la delincuencia ha sido dispar en los últimos años. Mientras que a nivel nacional los Delitos de Mayor Connotación Social registraron una leve baja del 1,1% en 2024 respecto a 2023, en las zonas rurales el panorama es distinto.

El aumento de la delincuencia rural:
Entre 2019 y 2023, muchas comunas rurales vieron un crecimiento alarmante en los delitos:
Lebu (Biobío): +104% en delitos totales registrados.
Bulnes (Ñuble): +42,6% en delitos.

En octubre de 2024, la Comisión de Seguridad en Rancagua informó que en la Región de O’Higgins:
Se registraron 28 homicidios, un aumento del 6% respecto al año anterior.
Los casos de violación aumentaron un 17%, lo que sugiere un clima delictual más violento.

En Los Lirios y Requínoa, los reportes indican un incremento en los robos a viviendas rurales durante 2024 y 2025, afectando principalmente casas aisladas y fundos agrícolas. Este fenómeno coincide con la advertencia de la SNA, que ha denunciado la presencia de bandas de crimen organizado en comunas rurales, aprovechando la menor presencia policial en estas áreas.

¿QUÉ SE ESTÁ HACIENDO PARA ENFRENTAR EL PROBLEMA?
Ante este escenario, las autoridades han implementado algunas medidas para reforzar la seguridad en zonas rurales:

En la Región de O’Higgins, se han intensificado los patrullajes preventivos para detener a personas con órdenes de captura y reforzar el control en zonas afectadas por robos y delitos violentos. En la comuna de Requínoa, estas medidas se han complementado con programas como “Seguridad con tu Vecino” y la instalación de nuevas cámaras en sectores estratégicos.

Creación de la "Fuerza de Tarea Rural": En diciembre de 2023, se implementó un plan de seguridad enfocado en el sector agrícola, coordinado por la Delegación Presidencial, Carabineros, la Policía de Investigaciones (PDI), el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y gremios de agricultores. Su objetivo es mejorar la respuesta ante robos y fortalecer la comunicación con los vecinos.

Sesión de la Comisión de Seguridad Ciudadana en Rancagua (octubre 2024): Además de alertar sobre la baja dotación policial, estas sesiones permiten coordinar estrategias entre autoridades locales, evaluar el impacto de las políticas de seguridad y promover acciones concretas para mejorar la vigilancia, fortalecer el trabajo comunitario y enfrentar el crimen organizado.

CONCLUSIÓN:
El incremento de la delincuencia en Los Lirios refleja una realidad que afecta tanto a Requínoa como a otras zonas rurales de la Región de O’Higgins. La falta de infraestructura para recopilar datos impide dimensionar con precisión la magnitud del problema, pero los reportes de vecinos y autoridades locales confirman un aumento en robos a viviendas, sustracción de maquinaria agrícola y asaltos en sectores aislados.

Si bien en Requínoa se han implementado ciertas medidas de seguridad, la escasez de recursos disponibles y la gran dispersión territorial dificultan una respuesta oportuna ante situaciones delictuales. Esto permite que los delitos ocurran con mayor impunidad. A medida que las zonas urbanas refuerzan sus sistemas de vigilancia, el crimen organizado se desplaza hacia sectores rurales, donde el control es menor.

Frente a este escenario, necesitamos avanzar hacia un enfoque preventivo e integral, donde la labor de Carabineros se complemente con tecnología, análisis de datos y estrategias que permitan anticiparse a los delitos.

A continuación, presento algunos puntos que podrían marcar la diferencia:

Fomentar la denuncia de los delitos.
La denuncia formal ante Carabineros es fundamental para generar estadísticas reales, identificar patrones delictivos y fortalecer la capacidad de prevención.
Coordinación de los recursos de seguridad.
Es indispensable alinear a todos los actores, como Carabineros, municipios, vecinos y empresas de seguridad, bajo un protocolo común de actuación que permita un flujo constante de información y un seguimiento coordinado de cada caso.
Control y evaluación continua de los sistemas de seguridad.
Evaluar el funcionamiento de cámaras, alarmas y patrullajes permite detectar falencias, corregir errores y mejorar continuamente las estrategias de seguridad.
Uso inteligente y proactivo de la tecnología.
Las cámaras deben utilizarse con un enfoque preventivo, mediante monitoreo activo, alertas en tiempo real y herramientas de inteligencia artificial que permitan una detección temprana. Asimismo, sería útil implementar un sistema de reporte ciudadano que ayude a construir un mapa del delito, como base para orientar mejor las acciones de prevención.

En resumen, la seguridad en nuestras zonas rurales no puede limitarse a reaccionar después de un delito. Se necesita prevención, análisis y una estrategia clara. Sin un control ni lineamientos definidos, las cámaras, los guardias y otros recursos terminan operando sin coordinación, reduciendo su efectividad. Lo fundamental es establecer un sistema de seguridad integrado, con un enfoque preventivo, que devuelva la tranquilidad a nuestras comunidades.

Cuando la seguridad se planifica con visión, tecnología y trabajo conjunto, se reduce el margen de acción del delito y se fortalece la calidad de vida de nuestros vecinos.